Los vecinos cada noche hacen el amor. Quizá frenéticamente. Se escuchan gemidos, ruegos y la cama ir y venir. ¡Qué envida!, en cambio uno aquí, raras veces al año, suplicando por un poco de atención.
El vecino se ha vuelto a quedar dormido viendo su película pornográfica favorita, su esposa ha salido de nueva cuenta con su amante.
No le importa qué dirán los vecinos, quizá se burlen de él por ver siempre la misma película, los mismos personajes, las mismas acciones, los mismos gemidos … ya hasta ha perdido la emoción. Ya no tiene esas magnificas erecciones ni ganas de masturbarse. Lo único que intenta es soñar con la protagonista. Sueña que le lleva el desayuno a la cama, que se bañan juntos, que la seduce para hacerle el amor frenéticamente.
Su vecino se muere de envida, quisiera coger como él, claro coger, joder, no amar ni disfrutar, sólo desahogarse, librarse del semen que será inútil dentro y fuera de él.
El vecino se ha vuelto a quedar dormido viendo su película pornográfica favorita, su esposa ha salido de nueva cuenta con su amante.
No le importa qué dirán los vecinos, quizá se burlen de él por ver siempre la misma película, los mismos personajes, las mismas acciones, los mismos gemidos … ya hasta ha perdido la emoción. Ya no tiene esas magnificas erecciones ni ganas de masturbarse. Lo único que intenta es soñar con la protagonista. Sueña que le lleva el desayuno a la cama, que se bañan juntos, que la seduce para hacerle el amor frenéticamente.
Su vecino se muere de envida, quisiera coger como él, claro coger, joder, no amar ni disfrutar, sólo desahogarse, librarse del semen que será inútil dentro y fuera de él.
La Nínfula del Arcángel
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