La dependienta pregunta qué deseas llevar. Respondes que un liguero, medias, el corsé más caro que tenga y tacones altos.
Ella los envuelve en vistoso celofán, te cobra y sales orgullosa por tu nueva adquisición.
Te bañas, te perfumas… introduces una pierna en una media… aprietas el corsé. Te recuestas en la cama y esperas su llegada.
Te mira boquiabierto desde la puerta… Tú, sensual, erótica y pervertida, lo miras con satisfacción. No puede creer lo que ve, se pellizca. El dolor no acude a su cuerpo. Sin importarle nada avanza hacia ti, temeroso, ilusionado.
Te besa, te acaricia. Ve como va saliendo el sol. La desesperación por poseerte es cada vez mayor. El tiempo se acaba y él no logrará su misión… la noche termina y todo se despierta.
La Nínfula del Arcángel
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