Él le penetraba en las nalgas

___Jamás supo porque le gustaba coger por el culo. Pero no importaba, era bueno y eso compensaba lo asqueroso de la petición.

___Aquella ocasión, cuando se conocieron, la conversación fue directa, sin tabús ni prejuicios. Que mejor lugar que un hotel, ambos desconocidos, en un país ajeno, de visita… sin compromisos.
___Siempre hay alguien que sabe más y otro que aprende; es obvio que en esta ocasión no era diferente.
___Cuando aceptó la invitación, no creyó que le fueran a romper, literalmente, el culo. La cosa se puso romántica, velas y alcohol. De pronto se vio boca abajo con las nalgas al aire. El nerviosismo se hizo presente, pero antes si quiera de poderse negar, sintió que algo, imaginaba que, lo destrozaba.
___Ahora entendía porque del apodo “muerde almohadas”, para evitar gritar tuvo que tragarse media almohada. Las embestidas eran atroces. Inesperadamente, después de que pasó el dolor, comenzó a sentir placer, aquel placer que sólo podían experimentar los habitantes de Sodoma.

___De los gritos siguieron los gemidos. La eyaculación de aquellos seres tan similares, dio fin al placer y al sufrimiento… luego silencio. La extracción fue fácil. Después, la despedida.

La Nínfula del Arcángel