Con beso en el cuello se dilata la pupila. Se expande. Abarca el iris. Se ha perdido el color de tus ojos. Ya no domina el café claro, ahora es negro. Te beso la boca. Las pupilas salen de los ojos. Se derraman como lágrimas de placer.
Hubiste vertido tanto gozo que has quedado ciego… cuanto quisiera dilatarte la pupila.
La Nínfula del Arcángel
No hay comentarios:
Publicar un comentario