Bueno... pues, les presento el último cuento que escribí. Tengo a mi favor que hace ya tiempo de ello, está fechado el 21/11/2007.
Espero que les guste...
Saludos
atte:
La Nínfula del Arcángel
________________________________“Impulso de la sangre”
Ya sabe, eso que nos obliga a hacer cosas inhumanas. Todos dicen desconocer ese sentimiento, pero cuando aflora es una cosa salvaje, deplorable. ¿Conoce el caso del Dr. Jekyll y Mrs. Hyde? Así es el hombre. Destroza lo que crea, sólo para mejorar. Nadie sabrá el por qué mis actos. Muchos me consideran especial, pero en realidad nadie sabe quién o qué soy, mucho menos saben de qué soy capaz.
Ninguna persona sabe describirme
En ese mundo no
________hay persona capaz
___________de describirme.
______La perfección me rodea,
_soy la perfección
______misma.
__________Mi castigo ha sido
_____________________y será
___________errar por el mundo,
___________ver el
__sufrimiento,
________________________regocijarme en él,
Disfrutarlo.
____________Soy la plaga del desierto,
_________la abandonada
_la desterrado.
___________ Mi único enemigo es lo que
____________Él crea…
___________Su predilecta.
“Defecto de albedrio”, ni siquiera saben qué
No saben qué hacer cuando estoy presente. Desde lejos observo sus actos, de lejos, siempre de lejos. Cada vez son diferentes personas, cada vez caen ante mí. Raras veces me ven, los elegidos son pocos; aquellos que han asesinado a sangre fría, sin piedad.
_______Me mantengo oculta. En los últimos tiempos me han identificado, me huyen.
La noche está en su punto más alto. Allá se acerca. Tal y como lo recordaba. Le gusta verme y sólo actúa de noche, cada tercer viernes de mes. No antes no después.
Esa vez me miró. Justo cuando apuñalaba a su primera vista. Fue defensa propia, pero pronto fue ventajoso. Veinte veces le clavo el objeto. A la número veintiuno aparecí, en una esquina del callejón. Me miró. El odio se notaba en sus ojos, los míos lo reflejaban. Al mes siguiente me volvió a llamar. Está vez defendía su porvenir. Le rebanó la garganta. Lo miraba a unos cuantos metros. Me sonrió. Aventó al compungido. Con el saco limpió la hoja. Se retiró sin decir más.
Puedo sentir sus ganas de matar. El último mes no asistió. Quedé decepcionada. Colérica. Estérica. Sé que este mes no será así. La violencia aumenta en el aire. Sólo sigo el rastro. Sí, no me decepcionó. Allí, ese deseo que nace de su alma es lo que me mantiene viva.
Le digo palabras sordas al oído. Mis labios rozan su oreja, su lóbulo. Nunca me sentirá. Mis besos son para el viento. Nuestra victima ha aparecido. Ahora comienza la acción.
***
______________Como todo un caballero, ayuda a pasar a la joven. Agradecidamente le mira, trata de recibir respuesta. Ninguna emoción se manifiesta en su rostro. Con la cabeza baja sonríe amargamente. Le da halagos, los cuales son recibidos con agrado. Ella, ingenuamente lo invita a su casa a tomar un café. El bastardo acepta. No puedo más que gritarle traidor y a ella injuriarla. Los seguí por varias cuadras. Se detuvieron. En la retaguardia no podía escuchar lo que decían. No era importante, sólo quería llegar al final de todo eso.
___________Él la agarró fuertemente del brazo, la condujo a un callejón. Por más que opuso resistencia, él era más fuerte. Contrala la pared la besaba. Intentaba separarlos pero su fuerza no era suficiente. Era bonita, eso fue lo que más me molestó. Me vi recompensada al momento que la forzaba. Era tan excitante verlo. Ella, ingenua como cualquier adolecente, no podía creer que un alguien la estuviera manoseando contra su voluntad, y mucho menos en un callejón.
____________Dejó su boca para entretenerse en su cuello. Ella gritaba, pedía ayuda. Nadie venía acudía a su llamado. La desesperación y el miedo se notaban en sus ojos. Sus labios entretenidos, daban paso a sus inquietas manos. El miedo que ella sentía yo lo podía disfrutar. Apretaba sus senos, como si catara melones. Él le arrancó la falda. Su garganta clama por un auxilio inexistente.
___________Ignoraba cuál era el propósito de todo aquello. Si darme celos era lo que quería, lo logró muy el bastardo. Algo me mantenía allí, mirando cómo disfrutaba de esa cualquiera. La tumba en el piso. Se le encima y la abofetea sin piedad. Pronto escupía sangre. Era hermoso verlo allí, tendido sobre ella. En ese momento entendí cual era su intención. No pude más que sonreír y llorar de felicidad. Aún me amaba. A partir de ello, me hice presente. Cuando me descubrió, escondida tras un poste, ruborizada por tal acto de amor, le arrancó las pantaletas. Me invitó a acércame. Era la primera vez que escuchaba su voz.
______________Con pasos que demostraban timidez me acerqué. Qué podía esperar, en siglos era el primer humano que me hablaba. Asilada del mundo, no tenía amigos: pero ahora tendría amante. Por un momento se detuvo. La zorra que yacía consiente en el piso le miró, extrañada y aliviada al mismo tiempo. Adulaba mi belleza. Era cierto. Era perfecta en todos los sentidos. Me describió como lo que soy, un ángel caído, condenado a la soledad. Me acerqué lo suficiente para que besara mi mano. La mío el dorso. Nunca había sido tocada, le sorprendió. Nunca entendí por qué me pudo tocar, mucho menos besar.
_______________Me hinqué a un lado de la que trataba de escapar. Su cuerpo y piernas impedían que la muy golfa se moviera. Me tomo por el cuello, sensible al tacto. Por primera vez recibí beso alguno. De la nada comencé a desvanecerme. La violencia estaba pasando. Ahora era un ser traslucido. Asustado por perderme, renovó su tarea. Golpeo a la joven hasta dejarla inconsciente. Mi cuerpo volvió a tomar solidez. Se levantó y se dirigió hacia mí. Me toma por la cintura y me beso largo rato. Pocos minutos después despertó, muy adolorida. Dando voces no dejaba escuchar lo que él me decía.
______________Harto del griterío, tomó su arma. Le apunto a la cabeza. El miedo me invadió, era único y especial. Temía por su vida, podía notarlo a cada instante. Con presteza acomodó el silenciador. Mi voz era hueca, caía al aire. Desnuda como estaba, pedía piedad, rogaba a su Dios inexistente que la salvara. Pero por ser mortal su plegaria cayó al vacio. Del cañón salió rápidamente una bala que fue a alojarse a la pierna derecha. El reloj daba la hora. El dolor fue majestuoso. Cada alarido excitaba mi cuerpo, más y más. En ese éxtasis logró escucharme.
_____________Desfundó su miembro; erecto por la emoción de matar y verme. La joven puta, al ver las intenciones intento huir. Pero la bala le impedía correr. Se arrastraba como el vil gusano que era. Se levanto y camino unos pasos. Al darse cuenta de esto, la alcanzó rápidamente, la tomó del brazo y la arrojó al suelo. Retrocedía con las manos. De nuevo se escucho la inútil plegaria, pedía al joven que no lo hiciera, que la deja libre, rogo por el amor de Dios. Sacó nuevamente el arma y arremetió contra la otra pierna. Más que el dolor por la pierna, su grito fue de miedo.
___________Cosa nunca antes vista por mis ojos. Ella sabía que estaba allí. Me observaba, nunca supe el por qué me mío. Las victimas podían verme al momento de fallecer, no antes. El aspecto reluciente y blanquísimo de mis ropas la hizo creer que era un enviado de su divinidad. Con paso lento me acerque a ella. Hinqué una de mis rodillas. Con el pulgar limpie la sangre de su boca. Me dio las gracias con una sonrisa dulce. En ese momento pensaba cómo se la arrancaría de tan perfecto rostro. Mire al inhumano hombre ser.
___________La duda estaba presente en cada ápice del rostro de ambas. Como niña pequeña esperaba un gran regalo. Me senté a un lado de ella a esperarlo pacientemente. Su miembro aún estaba a la vista de todos. Se acostó a un lado de la joven. Erecto como estaba la penetró. Podía sentir cada movimiento de él. Sensaciones nuevas invadieron mi cuerpo. Ese ser de dos cabezas me transmitía las emociones experimentadas.
______________Resignada a sufrir; la zorra se comportó como un mártir. Sólo lloraba lágrimas amargas, tan saldas como el mar. El dolor y placer convergen en mi cuerpo. Por qué no disfrutaba ese sentimiento que sólo los vivos pueden sentir. No debía de llorar. Sí, la desgarraba pero la sensación era incomparable. Sentía que me difuminaba, con un leve grito, ahogado por mi condición de nuevo espectro, le dije que me iba, que me llevaban.
______________Comenzó a desesperarse, no entendía por qué pasaba aquello. Golpeó sin piedad a la joven. Tan bruscamente como podía la penetraba, pero nada; mi cuerpo aun era traslucido, no podía sentir aquello que tanto me había gustado. Descubrió que la muy golfa estaba elevando una plegaria. Eso era lo que me alejaba. Por fin estaba siendo escuchada. Como buen hombre, proveedor del placer de la otra persona, resolvió el problema prontamente. Con un tiro a quema ropa le voló los sesos. Por fin dejó de joder la muy inútil.
_________________Ese dolor que experimentó al morir fue casi orgásmico. Podía ver el cielo… a esos malditos traidores que me delataron. Me fue posible ver la esencia de tan nefasta mujer, ascender con aquellos seres infernales. Trate de jalarla al abismo que había debajo de nosotras, pero Él por fin hacia algo. Mandó a todos sus lacayos faltos de conciencia propia. Me la arrebataron de entre las manos. Para qué la quería yo sino para hacerla sufrir más. Claro siempre le estaré agradecida por tan amablemente haber brindado su cuerpo para tan generosa causa.
__________________No lejos de mi pensamiento, mi amado me buscaba. Creyó que me había perdido al matarla. Asustado, no comprendía que pasaba. Volví para verle, a hablar con él unos pocos minutos; pronto le sería inútil buscarme, no podría verme. Cuando regresé, le hacia el amor al cuerpo sin vida de la joven asesinada. El callejón seguí obscuro. Nada tenia vida. Todo era desolador, aterrador. Su miembro penetraba la inerte carne. La violencia seguía en el aire, podía sentir su odio, su deseo de verme, de volver a matar. Cualquier cosa haría por mí. Jamás describiré el sentimiento de poderío que eso me generó, no otra vez. La última la pague con destierro y humillación.
_______________Mi miro directo a los ojos carentes de vida. Me preguntó quién o qué era. No pude contestar. Las palabras no salían de mi boca. Tan sólo explique que el dolor me atraía, me hacia disfrutar. En ocasiones diferentes a las actuales no lograría verme. Por más que lo intentara, yo no seria de nadie… nunca. Así es mi destino desde el comienzo de la era. Incapacitada para amar, recojo el dolor de la gente. Eso es cierto. Con los años aprendí a disfrutar el dolor. Me place ver a alguien morir de forma dolorosa y prolongada. Mi función ha sido olvidada (o desterrada), ya no castigo a los errantes.
_______________Quizá nos volvamos a ver, fue lo último que dijo antes de verme partir. Así ha sido por años. Nunca falta a su promesa. Su cabello presenta líneas de tiempo inequívocas de la edad. Ha envejecido. Las personas temen a un hombre que ni conocen. Por años me ha sido fiel. Nunca ha dejado a nadie intacto. Su crimen ha sido y será amarme.
Amar a un ser
______insensible
____no acarrea cosas buenas.
__El placer
_____________traerá su fin y
___mi gloria.
_____________El dolor provocado
__________________será agradecido
____________por mí.
____________Expulsada del paraíso.
_______Ser inerte,
_____________inanimado,
____incapaz de sentir
__dolor propio…
________felicidad…
___Amor.
___Él no es un ser
_________benevolente,
__________pasivo,
___________ni comprensivo.
Error somos y
error seremos.
___________Antes los ojos
___del creador,
no somos más que viles desechos.
_Sus orgullos…
mis hermanos.
__Su decepción…
__yo.
Jamás entendí el poder que tenia en mis manos. El ser capaz de provocar guerras con la belleza. Después de esa gloriosa noche. Vague por las ciudades. Presencié miles de asesinatos… de violaciones, pero ninguna como a la que había sido invitada. En todas ellas mataban sólo por matar… pero él no. Él mataba por mí… sólo para mí. Aquel tiempo pasó volando. Al mes siguiente no asistió… tampoco al que siguió. Perdí la paciencia y fui en busca que aquel ser tan interesado en mi.
_________Tarde poco en encontrarlo, su temperamento me había guiado a él. Lo encontré en un departamento. Supuse que no era de él. Resultó que se había casado. Grande fue mi decepción. Ella no era bonita. Pero tenía un algo que lo atraía como loco. Al principio no pude verle la cara; simple mortal incapaz de ofrecer la eternidad. Me mantuve fuera de su vista. En la penumbra, cual vulgar roedor, inmundicia de la carne. No me atreví a mostrarme; hice bien.
Ella de la sombra. Su cuerpo era maravilloso. Tan similar éramos cual gotas de agua. Encuentro la vi, no supe qué hacer. Pensé en matarlo y hacer la vida imposible a la intrusa. Pero no, tenía una mejor idea. Rápidamente comenzaron la acción. Ella, sumisa como siempre, no pudo más que dejarse llevar. No tenía la violencia que él necesitaba. Era tonta. Él trato de abusar de ella. Pero en su mirada el poder era demasiado; al final siempre se hacia su voluntad. ¿Quién la había mandado allí? ¿Cuál era su propósito? ¿Me habrán descubierto? ¿Qué error habré cometido?
Nada me importo, daba lo mismo que me viera o no. Aún no estaba lista para ser vista. Escondida en el armario, como cualquier mortal allí estaban. Su semblante había cambiado. Ya no era el mortal del que llegue a sentir tantas cosas extrañas y nuevas. Algo lo había cambiado, y ese algo había sido ella. Para que decir su nombre, sólo lo haría enojar. Sustituyo mi lugar en todo. No fue capaz de superarme, pero si de imitar todo lo hecho con anterioridad. Él no la ama a ella, me ama a mí; siempre ha sido y será así… por más que lo negué.
En la situación en la que me encontraba sólo podía mirar y callar. Se desvistieron. Se besaron. Se penetraron. Gimieron. Gritaron. Se golpearon. Se mordieron. Se flagelaron. Se rozaron. Se lamieron. No podía perder de vista aquella escena. Me era repugnante, pero no podía apartar la mirada. Ella era idéntica a mí. Acaso no lo había notado, no era yo. ¿Era tan fácil percátese de la diferencia?... Pero no, era un idiota, incapacitado por el deseo. Pero me las pagaría.
El tiempo corrió como agua. Antes del amanecer, una de sus tantas rondas. Salí discretamente del ropero. En las sombras estaba, gemían sin parar. Me acerque con cautela a la cama. Él la devoraba. Ella disfrutaba de que cada caricia, de cada roce. Me miro. La muy bastarda sabía que estaba allí. Sonrió. Siguió en lo suyo, no dejaba de mirarme. Para él era imperceptible. Me acomode a un lado de él, sin que ella pudiera reclamar algo.
Susurre malignas palabras a su odio. Sus ojos se encendieron. Abofeteo a su compañera. Un golpe certero y bien dado me hizo aparecer. Asombrado me miro y la miro. No daba crédito a sus ojos. Saco su miembro de que denomino “paraíso”. Flácido del miedo salió su arma. Ella estaba recostada en la cama. Con las piernas abiertas me miraba. Su mirada no había cambiado; fiera pero pasiva. Se levanto como los viles ángeles. Parada sobre la cama su ropa blanca la cubrió.
Éramos iguales en cada rasgo,
en cada movimiento.
Hechas por la mano
de Dios
no teníamos ningún error.
________Salto de la cama. Se dirigió hacia mí. Dio vueltas. Me miro. Él pobre asustado, estaba agazapado en una esquina. No podía moverse o decir palabra alguna. Siempre odie que me llevaran a un lugar desconocido. ¿Por qué tenia la manía de “proteger a la humanidad”? Éste encuentro se daría en el campo. El único testigo él. Con lo que respecta a Él, hace siglos que dejo de interesarse en nuestro combates. Nos dejos el libre albedrio. Podíamos hacer lo que nos placiera… y así era.
Por más que intente evadirla, eta vez no dio resultado. Fue a buscarme. La última vez ella ganó. Ahora seré la vencedora. Que comience la batalla. Asesto el primer golpe…
______________________________________La Nínfula del Arcángel
domingo, 1 de noviembre de 2009
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