Besar las manos de la amada. Imaginarla desvestida mientras se recorre cada parte. No puedes ver sus tobillos pero los deseas. Te acercas a su oído y le dices que, en la soledad de su aposento, se acaricie. Le explicas que no pecará por semejante acto, te hará feliz.
En la noche se acaricia recordando e imaginando, aquellas cosas que la inocencia priva.
En la noche se acaricia recordando e imaginando, aquellas cosas que la inocencia priva.
La Nínfula del Arcángel
1 comentario:
TOBILLOS !!!
Está chido, más largo que lo normal XD
Jaa na !!
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